- Nacionalidad
-
- Venezolana 🇻🇪


















Estimados colegas:
Empezaré señalando que la tan publicitada Ava León, aunque difícil de localizar, sí existe y sí presta servicios sexuales aquí en Medellín. Un estado que publicaron con la disponibilidad de esta mujer me llegó en un momento de alta libido y de poco control.
El morbo que me generaba ver desde hace tiempo las fotos y videos de Ava León me impidieron contenerme, por lo que busqué establecer contacto lo más pronto posible. Dada la cuestionable fama de su existencia, decidí agendar directamente con el administrador de Rejas Blancas para asegurarme de que no me hicieran un cambiazo. Fácilmente lo conseguí y llegué al lugar sin inconvenientes.
Me sentía un poco prevenido por lo que me iba a encontrar tras esa puerta. Los rumores de que esta mujer era una especie de fantasma que solo servía para atraer clientela y hacer cambiazos murmuraron dentro de mí cabeza hasta el momento en que toqué la puerta. Tras esperar unos segundos, me abrió la persona que esperaba. No me costó reconocerla: ¡era ella! Tenía puesto un body anaranjado y una bata de baño blanca. Me saludó amablemente y me hizo pasar a las instalaciones. En la lejanía escuché voces de otras mujeres, pero no vi a ninguna ni a ningún otro cliente.
Ingresé a la habitación junto con ella. Le pagué lo respectivo por 1 hora de servicio, salió y regresó en poco tiempo. Me acomodé en la habitación, intercambiamos un par de palabras y, estando de pie junto a ella, la empecé a observar con detenimiento. La puse contra la pared para que frotara sus nalgas contra mí. Estando ya desnuda, le toqué sus nalgas y sus partes íntimas suavemente. Ella, con ánimo dispuesto, se dejó acariciar. El tacto de sus senos fue increíble.
Le pedí que se acostara. Ver ese delicioso cuerpo, todo para mí, me hizo sentir lleno de entusiasmo. Me acerqué y empecé a besarle el cuello mientras estimulaba su vagina con mis manos y besaba sus senos. Ella estaba plenamente relajada y, con sus ojos cerrados, pasaba sus manos suavemente por mis brazos y mi cabeza, indicándome que lo disfrutaba. Pasé un buen rato haciendo esto. Su figura me encantó y todo fluía muy bien hasta entonces.
Ya estando caliente, seguí con mi intención de practicar un delicioso cunnilingus, pero cuando descendí a su parte baja ¡oh, sorpresa! Puso levemente sus manos para evitarlo. Le pregunté si podía hacerlo, pero me dijo que ese era un servicio adicional. Le pregunté por el precio y me dijo que costaría $100.000 más. Como es de esperar, esto me desinfló muchísimo. El no poder disfrutar de esa vulvita caliente me bajó los ánimos. Con entereza, hice como si nada hubiera pasado y me acerqué para besarla. ¡Otra sorpresa! También eran un servicio adicional que costaría otros $100.000. Como si me estuviera haciendo un gran favor me dijo que si tomaba ambos adicionales me los dejaría en ¡$180.000! ¡Y eso que ya había pagado $200.000 por la hora de servicio!
Intenté olvidar ese asunto, pero no me recuperaría plenamente de ese golpe. Le pedí que me hiciera sexo oral (que, por fortuna, no era un servicio adicional). Accedió sin problemas. Ver ese cuerpo y su carita chupando fue excitante, pero hizo un trabajo mediocre: no te lanza miradas, no juega con los testículos, no ensaliva ni se lo mete profundamente. Se detuvo en muy poco tiempo y dejó su tarea así sin más.
Me preguntó cómo quería continuar. Mi mente ya me estaba jugando una mala pasada porque a medida que se acumulan las mañas de una sexo-servidora disminuye proporcionalmente mi deseo.
Vaquera, vaquera invertida, en cuatro y misionero fue nuestro itinerario. Debo reconocer que fue un panorama espectacular ver ese culo rebotando y sus piernas acompañadas de leves gemidos mientras la penetraba. Sin embargo, esto duró muy poco tiempo porque ella cambiaba muy rápidamente de posición. Es como si no quisiera sentir, y cuando sentía, buscaba cambiar de posición de nuevo.
Luego de unos minutos, mientras le daba en misionero, se quejó un par de veces de que "le estaba subiendo mucho las piernas" y “que no me acomodara así” (nunca he sido brusco en el sexo y era la primera vez en los muchos servicios que he tomado que me decían algo así). Yo, puesto que no quería arruinar la fiesta, decidí cambiar de posición. Dados estos contratiempos (los adicionales, la mala mamada, las quejas, la actitud poco propositiva y aburrida), empecé a temer por perder mi erección definitivamente (por momentos la perdí, pero mi mente me recordaba que no podía botar la platica así y saqué fuerza de lo más recóndito de mis testículos para levantar a mi amigo en pie de lucha). Me acomodé y la empecé a penetrar tratando de disfrutar al máximo la vista y la sensación de tenerla bien adentro. Subía y bajaba el ritmo a mi antojo, pero llegó un último comentario: "mi amor, no me retengas el polvo porque queda poco tiempo". Esto fue el colmo para mí. ¡Aún quedaban al menos 20 minutos! (Recuerden que pagué una hora y aún no había tenido mi primer orgasmo). En mi mente solo atiné a pensar que era mi decisión si seguía o no dándole hasta que se cumpliera la hora, pero con tantas mañas y tan poco compromiso en el servicio mi deseo hacia ella se había casi esfumado. Saqué algo de energía y disposición para terminar. Lo logré y ella, a su vez, fingió haber tenido un orgasmo simultáneo al mío.
A pesar de todo, fui tan bondadoso que quise usar el resto del tiempo masajeando su cuerpo. Así lo hice, pero esto tampoco fue obstáculo para que ella mirara la hora en el celular cada 5 minutos sin disimulo alguno.
Me bañé e intenté entablar conversación con ella mientras me arreglaba, pero fue frustrantemente difícil sacarle un par de palabras mientras se pegaba del celular. Sus respuestas fueron cortantes; su aporte en la conversación, nulo. Lo entendí a la perfección, por lo que cogí mis cosas con rapidez, le di un beso en la mejilla y me fui.

A pesar de la fama de la casa, nada de esto es atribuible a la administración. Muy amable y diligentemente me agendaron el espacio y me escribieron para confirmar el servicio. La hora reservada, el tiempo de servicio y las instalaciones no merecen de mi parte queja alguna.




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- Rostro
- 3,00 estrella(s)
- Cuerpo
- 4,00 estrella(s)
- Actitud
- 2,00 estrella(s)
- Oral
- 2,00 estrella(s)
- Desempeño Sexual
- 2,00 estrella(s)
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