Buenas noches, comunidad catadora. Siendo esta mi primera reseña, espero que les agrade el relato:
Estuve con Lina dos veces. Una, en la cual ella apenas se iniciaba en este mundo y, la segunda (menos satisfactoria para mí) fue un año después. A continuación, voy a contarles el contraste que hay entre las dos experiencias, pues quiero resaltar la desvirtuación del trabajo que sufren muchas scorts a causa del cambio de "alcahuete".
Mi primera experiencia fue memorable tanto para ella como para mí. Lina me atendió la primer vez en un apartamento frente a la UdeA. Ella me recibió con lencería erótica y tacones negros. Aquella vez recuerdo que comencé a besarle el cuello; bajé lentamente hacia su tanga y la masturbé. Lina es una mujer que se moja fácilmente y, aprovechando esto, comenzamos un entretenido juego erótico. Recuerdo haberme puesto el condón y juguetear con su clítoris (cuestión que la excitó mucho) y hacer un tímido 69. Seguidamente, pasamos a tener un sexo salvaje, en el cual la pose predilecta fue en cuatro pues de sus enormes nalgas hay que sacar provecho.
La segunda experiencia, después de haber entablado una extraña amistad por whatsapp, no fue tan grata. Lina cambió de "alcahuete" o "chulo" y esto implicó que su servicio fuera absolutamente medido en tiempo . A pesar que ella me resaltaba que quería volver a estar, cuando llegué a su apartamento nuevo ubicado en Bello, me encontré con un recinto lleno de mujeres esperando clientes. A pesar de esto, entré a su habitación y esperé largo rato (cuestión incómoda pues uno empieza a sospechar). Luego de un rato, Lina llegó, hablamos un tanto de la vida y empezamos un sexo que, a mi sorpresa, era ya rutinario para ella y poco excitante. Ahora Lina está un poco gorda (pero sus nalgas, a favor, están más grandes). De inmediato empezaron las prohibiciones (no me toque muy duro, no sea brusco, me duele, etc). Lo anterior, que va desanimando un poco, no es impedimento para la acción sexual, pues decidí seguir. El sexo no fue como el de antes, pues Lina se cuidaba mucho de ser lastimada o tocada en exceso. Ciertamente, yo no me explicaba tal actitud, pero, al salir ella de su habitación casi de afán, me percaté que tenia una agenda apretada y que afuera la estaban esperando ya varios hombres.
En últimas, esta reseña resalta que las scorts que llevan mucho tiempo en el mercado tienden ya a mecanizar su trabajo. Desafortunadamente, con una sexy scort como Lina, esto fue algo que también le ocurrió a ella.
https://co.mileroticos.com/escorts/culona-sensual-y-muy-ardiente-con-ganas-de-follar/10430628/
Estuve con Lina dos veces. Una, en la cual ella apenas se iniciaba en este mundo y, la segunda (menos satisfactoria para mí) fue un año después. A continuación, voy a contarles el contraste que hay entre las dos experiencias, pues quiero resaltar la desvirtuación del trabajo que sufren muchas scorts a causa del cambio de "alcahuete".
Mi primera experiencia fue memorable tanto para ella como para mí. Lina me atendió la primer vez en un apartamento frente a la UdeA. Ella me recibió con lencería erótica y tacones negros. Aquella vez recuerdo que comencé a besarle el cuello; bajé lentamente hacia su tanga y la masturbé. Lina es una mujer que se moja fácilmente y, aprovechando esto, comenzamos un entretenido juego erótico. Recuerdo haberme puesto el condón y juguetear con su clítoris (cuestión que la excitó mucho) y hacer un tímido 69. Seguidamente, pasamos a tener un sexo salvaje, en el cual la pose predilecta fue en cuatro pues de sus enormes nalgas hay que sacar provecho.
La segunda experiencia, después de haber entablado una extraña amistad por whatsapp, no fue tan grata. Lina cambió de "alcahuete" o "chulo" y esto implicó que su servicio fuera absolutamente medido en tiempo . A pesar que ella me resaltaba que quería volver a estar, cuando llegué a su apartamento nuevo ubicado en Bello, me encontré con un recinto lleno de mujeres esperando clientes. A pesar de esto, entré a su habitación y esperé largo rato (cuestión incómoda pues uno empieza a sospechar). Luego de un rato, Lina llegó, hablamos un tanto de la vida y empezamos un sexo que, a mi sorpresa, era ya rutinario para ella y poco excitante. Ahora Lina está un poco gorda (pero sus nalgas, a favor, están más grandes). De inmediato empezaron las prohibiciones (no me toque muy duro, no sea brusco, me duele, etc). Lo anterior, que va desanimando un poco, no es impedimento para la acción sexual, pues decidí seguir. El sexo no fue como el de antes, pues Lina se cuidaba mucho de ser lastimada o tocada en exceso. Ciertamente, yo no me explicaba tal actitud, pero, al salir ella de su habitación casi de afán, me percaté que tenia una agenda apretada y que afuera la estaban esperando ya varios hombres.
En últimas, esta reseña resalta que las scorts que llevan mucho tiempo en el mercado tienden ya a mecanizar su trabajo. Desafortunadamente, con una sexy scort como Lina, esto fue algo que también le ocurrió a ella.
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- Rostro
- 3,00 estrella(s)
- Cuerpo
- 5,00 estrella(s)
- Actitud
- 3,00 estrella(s)
- Oral
- 3,00 estrella(s)
- Desempeño Sexual
- 4,00 estrella(s)
- ¿Recomienda?
- Sí, repetería